En tiempos medievales, la mantilla simbolizaba tanto la soltería como la virginidad de la mujer. Se trataba de una mantilla de forma triangular y de tejido común e incluso terciopelo, apareciendo el encaje tiempo después.
Por aquel entonces las mantillas más comunes eran tanto la cortesana como la popular cumpliendo ambas la misma función: cubrir la cabeza, hombros y espalda.
El color de la mantilla nupcial depende tanto de las modas como las supersticiones (en algunas culturas usan el rojo para ahuyentar a los demonios) pero no es hasta el siglo XX cuando se usa el tono blanco o marfil.
Tipos de mantilla
Mantilla de casco: Puede estar hecha de seda, terciopelo o tejido de Damasco en su parte central y alrededor luce un volante de encaje de blonda.
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